Tailandia, el país de las sonrisas al que siempre quiero volver

Tailandia es ese maravilloso lugar que todo el mundo debería conocer. No en vano recibe el nombre de el país de las sonrisas. Una cultura completamente diferente y unos paisajes paradisíacos que envuelven al viajero desde el momento del aterrizaje.

Tailandia no recibe el nombre de el país de las sonrisas por casualidad, lo recibe porque en todos y cada uno de sus rincones su gente tiene una sonrisa en la boca, aunque no te entiendan inclinarán la cabeza en señal de respeto y te sonreirán. Una sonrisa con la que consiguen que el viajero tenga en todo momento una sensación de felicidad y de que todo va bien.

el país de las sonrisasQuizá seducida por esa sensación de tranquilidad me decidí a adentrarme en espacios en los que en otro lugar del mundo no me habría atrevido: callejones oscuros en el centro de Bangkok, itinerarios escondidos en el profundo Chiang Mai, o incluso en la selva, donde en un pequeño poblado me crucé con esta niña cuya mirada no se borra de mi mente.

Las 3 semanas que duró mi viaje a Tailandia dieron para mucho pero un pequeño pedacito de su modo de vida se quedó dentro de mí invitándome a que pueda hacerse mayor en una nueva visita.


21 días en los que las raíces milenarias de los árboles de Ayuttaya me hablaron…

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las tranquilas aguas de Sukhotai me sedujeron…

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y los bellos paisajes de Ko Thao se quedaron clavados en mis pupilas…

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Templos milenarios llenos de magia, selva, playas vírgenes interminables y un mundo submarino inundado de colores son sólo algunos de los elementos que hacen el deleite de todo aquel que pone un pie en sus tierras. ¿Quién puede resistirse a vivir algo así?

Desde luego yo no, así que, mi querido país de las sonrisas, no dudes que volveré a visitarte.

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