Ser periodista tiene la ventaja de poder vivir lo que ocurre desde dentro. A veces vives momentos que sabes que pasarán a la historia aunque mientras suceden el estrés de la información hace que no seas del todo consciente de ello.
Uno de ellos ha sido el referéndum en Escocia. Histórico por su celebración, respetando la democracia y las leyes del Reino Unido, y lo habría sido aún más si cabe si hubiera ganado el sí y Escocia se hubiera convertido en un país independiente. Pero más allá de su resultado los escoceses han dado al resto del mundo una lección de civismo que voy a intentar plasmar en estas entradas del blog contándoos lo que vi mientras cubría la noticia